En su planta calle, El Boulevard presenta un lujoso restaurante de alta gastronomía que, pasada la hora del servicio de cenas, es capaz de convertirse en una auténtica discoteca. Y en adición a este espacio modulable, El Boulevard dispone de un club en su planta baja.

A nivel de diseño las dos zonas están muy diferenciadas, mientras la planta calle es capaz de pasar de un ambiente diurno y muy potente a otro más tenue y apropiado para el horario de noche, la planta baja presenta la estética propia de un club. Como siempre, esta capacidad camaleónica es posible gracias al diseño de la iluminación ideado por el estudio de Pepe López del Hoyo y Josep Lluís Canyelles.

A nivel conceptual El Boulevard nos transporta a un jardín de gran formato en el que encontramos su restaurante, rodeado de falsas cristaleras instaladas en las paredes capaces de iluminarse con mucha intensidad para hacer creer al cliente que está comiendo en un jardín real en un día de sol. Este concepto se apoya en otros elementos como espejos y esculturas arbóreas que refuerzan esta ilusión.

El mobiliario destaca sobre lo vegetal, con una mezcla ecléctica y colorista de piezas monocromáticas y estampadas, diseñadas y elegidas con exquisito gusto para que el conjunto encaje con su entorno y transmita un ambiente lujoso y divertido.