Una de sus principales ventajas es el concepto decorativo. Un ambiente elegante juega con la idea y la estética de “Bling bling”, y los elementos que recuerdan la exageración y la ostentación del lujo, mostrando detalles inspirados en la exuberancia y el brillo de la joyería. Todo esto se resume en una sala diáfana y dos zonas VIP generosas, un salón hall con un bar de cócteles, y por supuesto la pista de baile presidida por un inmenso bloque de pared de vídeo de cristal.